- Octubre es el Mes del Santo Rosario
Cada 7 de Octubre celebramos a Nuestra Señora del Rosario. Octubre es el “Mes del Rosario”, porque incluye a esta fiesta durante su Santoral mensual.
La palabra “Rosario” significa "corona de rosas". En el rezo del Rosario simbolizamos una entrega de rosas a la Virgen por cada Ave María que rezamos.
El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el Rosario por la flota. Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre. Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.
En 1978 el Papa Juan Pablo II sorprendió al mundo, poco después de ser elegido Pontífice, con esta frase en la Plaza de San Pedro: "Mi oración preferida es el Rosario", y luego en muchísimas ocasiones fue recomendando esta hermosa práctica de piedad. Suyas son las siguientes exclamaciones:
- "El Rosario es una escalera para subir al cielo".
- "El Rosario nos proporciona dos alas para elevarnos en la vida espiritual: la oración mental y la oración vocal".
- "Es la oración más sencilla a la Virgen, pero la más llena de contenidos bíblicos".
- "El Rosario es nuestra oración predilecta. Cuando la rezamos, está la Santísima Virgen rezando con nosotros. En el Rosario hacemos lo que hacía María, meditamos en nuestro corazón los misterios de Cristo".
Él nos insiste en el rezo del Santo Rosario: “Recen en familia, en grupos. Recen en privado. Inviten a todos a rezar. No tengan miedo de compartir la fe. Nada más importante. El mundo está en crisis. Nuestras fuerzas humanas no son suficientes. La victoria vendrá una vez más por la Virgen María. Es la victoria de su Hijo, el Señor Rey del Universo: Jesucristo”.
El Padre Patrick Peyton, quién llevó a cabo los primeros planes para que se hiciera una cruzada a nivel mundial del Rosario en familia, generó que se propagara el lema: "La familia que reza unida, permanece unida".
A la Virgen María le encanta el Rosario. Es la oración de los sencillos y de los grandes. Es tan simple, que está al alcance de todos; se puede rezar en cualquier parte y a cualquier hora. El Rosario honra a Dios y a la Santísima Virgen de un modo especial. La Virgen llevaba un Rosario en la mano cuando se le apareció a Bernardita en Lourdes. Cuando se les apareció a los tres pastorcitos en Fátima, también tenía un Rosario. Fue en Fátima donde ella misma se identificó con el título de "La Señora del Rosario".
La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret: Jesús está en el centro, se comparten con él alegrías y dolores, se ponen en sus manos las necesidades y proyectos, se obtienen de él la esperanza y la fuerza para el camino. Rezar el Rosario por los hijos, y mejor aún, con los hijos, educándolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de “intervalo de oración” de la familia, no es ciertamente la solución de todos los problemas, pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar. Recemos el Rosario con más frecuencia en familia.
¿Cómo rezar el Rosario?
Hay diversos modos de rezar el Rosario, pero de manera general se tiene la siguiente:
1. Hacer la señal de la cruz y rezar el Credo o el acto de contrición.
2. Anunciar el primer misterio. Rezar el Padrenuestro.
3. Rezar 10 Avemarías (una por cada cuenta o bolita). Después rezar el Gloria y alguna Jaculatoria.
4. Anunciar el segundo misterio. Rezar el Padrenuestro.
5. Rezar 10 Avemarías (una por cada cuenta o bolita). Después rezar el Gloria y alguna Jaculatoria.
6. Anunciar el tercer misterio. Rezar el Padrenuestro.
7. Rezar 10 Avemarías (una por cada cuenta o bolita). Después rezar el Gloria y alguna Jaculatoria.
8. Anunciar el cuarto misterio. Rezar el Padrenuestro.
9. Rezar 10 Avemarías (una por cada cuenta o bolita). Después rezar el Gloria y alguna Jaculatoria.
10. Anunciar el quinto misterio. Rezar el Padrenuestro.
11. Rezar 10 Avemarías (una por cada cuenta o bolita). Después rezar el Gloria y alguna Jaculatoria.
12. Rezar la Salve.
13. Letanías de la Virgen (Lauretanas).
14. Al terminar de rezar el Rosario, hacemos nuevamente la señal de la cruz.
En Fátima, la Virgen recomendó la siguiente Jaculatoria, aunque se pueden usar las que cada quien guste: “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo todas las Almas, especialmente las más necesitadas de Tu Misericordia. Amén”.
En vez de traer en el bolsillo un Rosario, también podemos utilizar los ‘decenarios’, que tienen solamente 10 cuentas o bolitas, y así podemos rezar el Rosario de manera más práctica si es que vamos en el transporte público o caminando.
Los Misterios del Rosario.
MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábado)
1. La Encarnación del Hijo de Dios.
2. La Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.
3. El Nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Purificación de la Virgen Santísima.
5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.
MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes)
1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. El Camino del Monte Calvario.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo)
1. La Resurrección del Señor.
2. La Ascensión del Señor.
3. La Venida del Espíritu Santo.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen.
MISTERIOS LUMINOSOS (jueves)
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2. La Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La institución de la Eucaristía.
¡ Invitame Un Café Gracias !
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